Journal De Bruxelles - En Alemania, la guerra en Ucrania despierta los fantasmas de 1939-1945

En Alemania, la guerra en Ucrania despierta los fantasmas de 1939-1945
En Alemania, la guerra en Ucrania despierta los fantasmas de 1939-1945

En Alemania, la guerra en Ucrania despierta los fantasmas de 1939-1945

La guerra pesa en el ánimo de Ilse Thiele, sentada en una butaca de motivos florales en su salón berlinés, con la televisión emitiendo constantemente las noticias de Ucrania.

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"Todos los recuerdos vuelven", admite esta jubilada de 85 años, antigua directora de una oficina de correos en Alemania del Este, ante las imágenes de los refugiados asistidos por voluntarios en la estación central de Berlín.

"Siento tanta pena por toda esta gente, sobre todo por los niños", continúa.

Ilse Thiele recuerda el frío punzante y el hambre que sintió en su propio periplo por la Baja Silesia, en la actual Polonia, en el invierno de 1944-45. Con su madre, huyeron a pie del avance soviético para llegar a Turingia, un estado en el centro de Alemania.

La Segunda Guerra Mundial está todavía muy presente en la memoria de los alemanes y en sus discursos e influye en la percepción de la invasión de Ucrania y en el debate político sobre cómo responder a ella.

- "Expertos en nazismo" -

Los alemanes se sintieron especialmente asqueados por la invocación de Vladimir Putin de una supuesta lucha contra agresores "neonazis" ucranianos que fomentaban un "genocidio".

En las últimas semanas, el presidente ruso no dudó en comparar a los soldados ucranianos con los combatientes locales que participaron activamente en las exacciones nazis en la antigua URSS.

La embajada de Rusia en Sudáfrica tuiteó que Moscú "como hace 80 años, combate el nazismo en Ucrania". La misión alemana replicó airadamente: "Vergüenza a los que caen en la trampa. (Desgraciadamente, somos una especie de expertos en nazismo)".

Putin pervierte el "apabullante consenso internacional" respecto al que los nazis eran "la encarnación del mal", dice Hedwig Richter, profesora de historia contemporánea en la universidad de Budeswehr en Múnich.

"Es absolutamente absurdo", sobre todo si consideramos que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski es judío, añadió.

"Como alemán, estoy profundamente ofendido que Putin abuse de la memoria de crímenes de los alemanes durante el periodo nazi para legitimar su poder", explica la historiadora a AFP.

La experta se dice convencida de "la importancia de la memoria histórica, sobre todo cuando vemos cómo Rusia, olvidando los crímenes estalinistas, nutre un nacionalismo agresivo".

- Fracasos históricos -

Las comparaciones no llegan solo desde Moscú. En las manifestaciones a favor de Ucrania son habituales las referencias a la Segunda Guerra Mundial, especialmente caricaturizando a Putin como Adolf Hitler.

Otro historiador, Heinrich August Winkler, estableció en el semanario Die Zeit puntos en común entre el Führer nazi y el dirigente ruso. En particular, la obsesión de Putin de "una puñalada por la espalda" de Occidente, una retórica desplegada en los años 20 por Hitler tras el fin de la Primera Guerra Mundial.

"Putin enfrenta hoy a las democracias occidentales a la cuestión de saber si ellas se toman en serio los valores a los que aspiran", según Winkler, que ve un paralelismo con la actitud de los Aliados durante los años 1930 que querían esquivar a todo precio una confrontación armada con Alemania.

Para la historiadora Gundula Bavendamm, estas comparaciones con la Alemania nazi son problemáticas.

En su opinión, pueden esconder los fracasos históricos de Alemania, en particular con su dependencia energética de Rusia, la debilidad de su gasto militar y su complacencia hacia Putin y la tardía toma de conciencia sobre "qué tipo de hombre es".

"El hecho de invocar constantemente nuestra responsabilidad en la Segunda Guerra Mundial puede que nos haya impedido hacer una verdadera autocrítica", lamenta Bavendamm, que dirige en Berlín un museo de historia de refugiados.

Para Ilse Thiele, la jubilada berlinesa, la capacidad de sacar lecciones del pasado reabre viejas heridas.

"Mis padres vivieron dos guerras mundiales y yo viví una a causa de este cerdo de Hitler", explica, recordando también la familia comunista de su marido fallecido, encarcelada en el campo de concentración nazi de Sachsenhausen.

"¿Quieren iniciar una tercera guerra mundial? No puedo entender cómo, cuando se sabe un poco de la guerra, se puede empezar una nueva...", dice.

T.Moens--JdB