Policía retoma por la fuerza parte del control del centro de Ottawa
La policía canadiense hizo uso de "sustancias irritantes" y arrestó a varias personas en su progresiva recuperación del control de Ottawa, donde cientos de manifestantes bloquean desde hace semanas el centro de la ciudad en protesta contra las medidas sanitarias impuestas para frenar la propagación del covid.
En una demostración de fuerza que duró todo el día, cientos de agentes policiales protagonizaron tensas escenas en el corazón de Ottawa, usualmente tranquila, donde los choques y arrestos el viernes dispararon la tensión.
Las autoridades admitieron haber usado "una sustancia química irritante" para contener a varios manifestantes que se negaban a abandonar la protesta. Un grupo formó una cadena humana y lanzó gases a la policía.
"Hoy alcanzamos avances muy significativos para desalojar de forma segura esta protesta ilegal de nuestras calles", declaró el jefe adjunto de la policía de la capital canadiense, Steve Bell, en una conferencia de prensa.
Agregó, sin embargo, que "la operación sigue en marcha, no ha terminado y tomará más tiempo".
A mediodía, la policía tomó control de la calle principal frente al Parlamento, incluyendo una tarima que había sido usada por los manifestantes para congregar seguidores, y detuvo a 47 personas, algunos portaban fuegos artificiales.
El mensaje policial "deben irse, (o) serán detenidos" se escuchaba por un megáfono en las calles que rodean el Parlamento.
Mientras, dentro del complejo legislativo, el primer ministro Justin Trudeau reunió a un grupo de respuesta, mientras los legisladores retomaban el debate sobre una ley de que da poderes excepcionales al gobierno por primera vez en 50 años.
Según Bell, 170 personas han sido arrestadas desde el comienzo de la operación y la policía abrió varias investigaciones penales "relacionadas con la incautación de armas".
Solo el viernes la policía detuvo a más de un centenar en Ottawa, incluyendo tres organizadores.
- ¿Irse o quedarse? -
Se trata de la mayor operación policial jamás vista en Ottawa, en la que participaron cientos de agentes de todo el país. Las autoridades habían subrayado que se pertrecharon con "cascos y bastones" ante la agresividad de los manifestantes.
El llamado "Convoy de la Libertad" acusó a la policía de golpear y pisotear a los manifestantes, urgiendo a sus seguidores en un comunicado a "irse de la colina del Parlamento para evitar más brutalidad".
Un periodista de la AFP observó un flujo constante de salidas de la zona.
"Vamos a llevar esto a otra parte", dijo la músico Nicole Craig. Su marido Alex añadió que "aunque los camioneros hayan abandonado la ciudad, la protesta continuará. El combate continúa".
Aunque varios cientos de personas ignoraron la orden, desafiando el frío de la noche, ondeando banderas canadienses y encendiendo fuegos artificiales en una barricada, al ritmo del himno de protesta estadounidense de los años 80, "We're Not Gonna Take It".
"No me voy a ir", dijo Johnny Rowe a la AFP, desestimando un posible arresto.
"No hay nada a lo que volver", dijo. "Todos aquí, y me incluyo, han visto su vida destruida por lo que ha pasado en los últimos dos años".
- Debate sobre medidas de emergencia -
El "Convoy de la Libertad", que inspiró protestas similares en otros países, se inició con una manifestación de camioneros contra el requisito de vacunarse para cruzar la frontera con Estados Unidos.
Pero sus demandas se extendieron luego al rechazo de todas las medidas sanitarias por la pandemia, y entre muchos, a postulados contra el establishment.
En su pico, el movimiento también incluyó cortes de ruta en la frontera con Estados Unidos, incluyendo una ruta comercial clave a través de un puente entre Ontario y Detroit. Todos fueron desbloqueados, no sin antes causar miles de millones de pérdidas a la economía canadiense, según el gobierno.
Los camioneros se ganaron el apoyo del multimillonario estadounidense Elon Musk, varios legisladores republicanos, así como del expresidente Donald Trump e incluso del exmandatario iraní Mahmud Ahmadinejad.
Criticado por vacilar ante las protestas, Trudeau invocó esta semana la Ley de Emergencias por segunda vez en la historia en tiempos de paz en Canadá.
Los legisladores canadienses, divididos sobre esas medidas extraordinarias, debatían su implementación cuando el Parlamento fue cerrado el viernes.
Tras la reanudación de las discusiones el sábado, se espera un voto final sobre las medidas de emergencia el lunes.
Trudeau aseguró que la ley no sería usada para enfrentar a los militares contra los manifestantes o limitar la libertad de expresión.
El objetivo es simplemente "abordar la amenaza actual y tener la situación completamente bajo control", dijo. "Los bloqueos y ocupaciones ilegales no son protestas pacíficas", dijo.
D.Verheyen--JdB