

Ofensiva de Donald Trump contra la prensa tradicional en sus primeros 100 días
En 100 días en la Casa Blanca, Donald Trump ha relanzado su estrategia para remodelar el panorama mediático estadounidense, que sigue ofreciendo signos de resistencia.
Desde el 20 de enero, la Casa Blanca ha restringido el acceso a Associated Press, la agencia de noticias estadounidense respetada por sus cartas editoriales y que alimenta de información a la prensa local del país y a la internacional.
Pero la AP no ha cedido a las nuevas disposiciones y sigue utilizando el término Golfo de México en lugar de "Golfo de América", como exige el vocabulario de Trump.
El gobierno del magnate republicano también ha empezado a desmantelar las "voces" de Estados Unidos en el extranjero, como Voice of America, Radio Free Europe/Radio Liberty y Radio Free Asia, mientras que la financiación federal de las emisoras públicas NPR y PBS está bajo amenaza.
- "En la cárcel" -
Trump también emprendió ataques legales contra la cadena de televisión privada CBS y el periódico The Des Moines Register, y obligó a ABC (grupo Disney) a pagar 15 millones de dólares bajo amenaza de demanda por difamación.
Mientras, los insultos desde el gobierno llueven en las redes sociales, con el multimillonario Elon Musk al frente, quien dijo que los periodistas del programa estrella de la CBS "60 Minutes" son merecedores de "largas penas de cárcel".
"Las medidas adoptadas por la Casa Blanca para limitar la capacidad de los periodistas para hacer su trabajo y documentar lo que está ocurriendo no tienen precedentes", dijo Katherine Jacobsen, responsable en Estados Unidos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
"Este intento de controlar la narrativa amenaza la libertad de prensa y los valores democráticos estadounidenses", advirtió.
- "Ignorado" -
"Cuando un gobierno utiliza sus poderes para sofocar la libertad de expresión y amenazar a la prensa, estamos entrando en un nuevo territorio", opinó Reece Peck, profesor de Periodismo en la Universidad de Nueva York.
En ese sentido, recordó que la Autoridad Reguladora de las Telecomunicaciones (FCC), al frente de la cual Donald Trump colocó a su aliado político Brendan Carr, inició investigaciones contra CBS, ABC y NBC, así como contra NPR y PBS.
En 2024, Estados Unidos cayó del puesto 45 al 55 en la clasificación mundial de la libertad de prensa de la organización Reporteros sin Fronteras (RSF).
¿Hasta dónde puede llegar Donald Trump en un país con una larga tradición de periodismo de investigación y donde la libertad de expresión está protegida por la Primera Enmienda de la Constitución?, se preguntan muchos.
"Sus capacidades son limitadas", subrayó Dan Kennedy, profesor de periodismo en la Universidad Northeastern de Boston.
"Puede intentar encontrar objetivos aquí y allá, pero no puede hacer mucho contra el The New York Times, que hace excelentes reportajes sobre el caos de la administración Trump", señaló.
"Lo que es más preocupante es que Trump está diseñando un sistema mediático en el que el The New York Times simplemente será ignorado, con la excepción de su núcleo de lectores", agregó.
- Desafección -
Trump puede aprovechar la creciente desafección del público estadounidense a los medios de comunicación tradicionales, un fenómeno al que él mismo ha contribuido, según los expertos, con su constante retórica sobre periodistas mentirosos y "enemigos del pueblo".
Según un sondeo del Instituto Gallup, en 2024 sólo el 31% de los estadounidenses seguía confiando en que los "medios de comunicación de masas" ofrecían una información completa, exacta e imparcial, una cifra que en la década del 2000 superaba el 50%.
En estos 100 días, la Casa Blanca también abrió sus puertas a los influenciadores, podcasters y comentaristas afines en los que Trump confió durante su campaña, quienes no cuestionan al presidente.
Uno de los periodistas de la cadena conservadora Real America Voice, Brian Glenn, participó en el contundente mal trato que recibió en el Despacho Oval el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cuyo país fue invadido por Rusia, preguntándole: "¿por qué no lleva traje? Muchos estadounidenses tienen un problema con su falta de respeto por el cargo", le dijo.
"Trump cultivó relaciones con los medios independientes de extrema derecha en 2015 y 2016", explicó Peck, aunque eso fue por "necesidad", ya que su ahora cadena favorita, Fox News, no le apoyó durante las primarias republicanas.
De sus alborotadores mediáticos de entonces, Trump conservó la estrategia exitosa de saturar el ciclo noticioso proyectada por su exasesor e ideólogo de extrema derecha Steve Bannon.
"¿Cuántos medios de comunicación son lo suficientemente grandes para cubrir todo lo que está pasando?", se preguntó Dan Kennedy, en tiempos en que las noticias se vuelven cada vez más frenéticas y su cobertura más complicada.
D.Mertens--JdB