

EEUU dice que "la pelota está en la cancha de China" sobre los aranceles
La pelota "está en la cancha de China" para encontrar un arreglo sobre los aranceles estadounidenses, afirmó este martes la Casa Blanca, en medio de presiones de Pekín que dejó de recibir las entregas de aviones de Boeing.
"El presidente ha afirmado, de nuevo, que claramente está abierto a un acuerdo con China. Pero es China la que necesita un acuerdo con Estados Unidos" y no al revés, dijo a periodistas la portavoz de Donald Trump, Karoline Leavitt.
"China quiere lo que tenemos: el consumidor estadounidense", afirmó. "En otras palabras, (los chinos) necesitan (el) dinero" de los estadounidenses.
Para Leavitt, "la pelota está en la cancha de China" si quiere poner fin a la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, lanzada por Trump con aranceles que han sacudido los mercados financieros.
Pero Pekín, que toma represalias sistemáticamente a los gravámenes estadounidenses, ha optado por mantener la presión.
Su contramedida más reciente ha consistido en dejar de aceptar la entrega de aviones fabricados por el constructor estadounidense Boeing.
Un gesto que Trump denunció en su red Truth Social.
"Curiosamente, acaban de retractarse del importante acuerdo con Boeing, al afirmar que 'no tomarán posesión' de los aviones" cubiertos por pedidos firmes, declaró.
La agencia de noticias Bloomberg, citando fuentes no identificadas, afirmó que China ordenó a sus aerolíneas que dejen de aceptar aviones de Boeing.
Pekín también parece determinada a atacar la agricultura estadounidense.
El canal australiano ABC afirmó que las exportaciones de carne de vacuno a China han aumentado considerablemente mientras que los exportadores estadounidenses no han podido renovar las licencias.
La Federación Estadounidense de Exportadores de Carne no ha respondido a las preguntas de la AFP.
- "Posición de fuerza" -
El presidente chino, Xi Jinping, está de gira por el sudeste asiático desde el lunes, tratando de organizar una respuesta coordinada a los aranceles estadounidenses con los países vecinos.
China y Estados Unidos han entrado en una guerra arancelaria.
Washington ha impuesto un total de 145% de recargos a los productos chinos que entran en su territorio, además de los existentes antes del regreso de Trump a la Casa Blanca en enero.
Pero bajó el tono al eximir a las computadoras, los teléfonos inteligentes y otros productos electrónicos, así como los semiconductores, la mayoría de los cuales proceden de China.
Pekín ha respondido con una tasa que ya alcanza el 125%.
Para todos los demás países, el presidente estadounidense ha pausado durante 90 días los aranceles adicionales que superen el 10%. Y la Casa Blanca ha abierto la puerta a las negociaciones.
La Unión Europea (UE) está "en una posición de fuerza" en los diálogos, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una entrevista con la revista alemana Die Zeit. "Los europeos sabemos exactamente lo que queremos y cuáles son nuestros objetivos", consideró.
Otro país en la mira de Trump, Canadá, hizo el martes un gesto a los fabricantes de automóviles: les permitiría importar una cierta cantidad de vehículos ensamblados en Estados Unidos a cambio de que se comprometan a mantener la producción en territorio canadiense sin gravámenes.
Ottawa ha impuesto aranceles del 25% a estos productos en represalia por el 25% aplicado por Washington a los vehículos que entren al país.
Según la prensa japonesa, Honda considera trasladar sus líneas de producción canadienses a Estados Unidos, un proyecto que el grupo ha negado.
Además de los automóviles, Trump también ha impuesto tarifas del 25% al acero y al aluminio. Planea hacer lo mismo con los semiconductores y los productos farmacéuticos "dentro de uno o dos meses", según su secretario de Comercio, Howard Lutnick.
S.Vandenberghe--JdB