Partido del presidente de Sri Lanka obtiene mayoría parlamentaria en legislativas
El partido del nuevo presidente de Sri Lanka, el izquierdista Anura Kumara Dissanayake, se aseguró el viernes la mayoría parlamentaria con una amplia victoria en las elecciones legislativas anticipadas celebradas en la víspera.
El dirigente de 55 años, que se reivindica marxista aunque acepta la economía de mercado, se hizo con la presidencia en septiembre con la promesa de combatir la corrupción y recuperar los activos del país, hundido desde 2022 en una profunda crisis económica.
Sin embargo, su coalición disponía de solo tres escaños en el Parlamento, por lo que decidió convocar elecciones anticipadas con el objetivo de recabar suficientes apoyos para tirar adelante con sus reformas.
La apuesta tuvo éxito. Con más del 75% de votos escrutados, su coalición Poder Popular Nacional (PPN) se aseguró ya al menos 123 escaños de los 225 de la cámara y lidera con margen suficiente para hacerse con muchas otras circunscripciones.
En estos resultados parciales, el PPN cuenta con un 62% de los votos, muy por delante del 18% obtenido por el partido del líder de la oposición, Sajith Premadasa.
"La gente votó para deshacerse de la corrupción y del sistema corrupto", dijo el viernes a AFP el informático Chanaka Rajapaksha, que votó por el PPN.
Esta gran isla situada al sur de India quedó sumida en una grave crisis económica en 2022, con meses de elevada inflación y escasez de alimentos, combustible o medicamentos.
La población estalló en una revuelta que terminó con la salida del entonces presidente Gotabaya Rajapaksa y los manifestantes bañándose en la piscina de su lujosa residencia.
El jueves, el presidente de 55 años dijo esperar "una fuerte mayoría" en el Parlamento para poder aplicar sus reformas.
La participación se estimó en algo por debajo del 70%, menos que en las elecciones presidenciales de septiembre, cuando rozó el 80% de la población con derecho a voto.
Después de casi 25 años como diputado, Dissanayake se hizo con la presidencia tras distanciarse de las élites políticas que, a ojos de la población, arrastraron a este popular destino turístico a la peor crisis económica de su historia.
Su partido lideró dos insurrecciones marxistas en 1971 y 1987 que dejaron al menos 80.000 muertes, pero desde entonces la formación y su líder han renunciado a la lucha armada y han aceptado en gran medida la economía de mercado.
R.Verbruggen--JdB