Los palestino-estadounidenses de Cisjordania, desalentados ante las elecciones estadounidenses
Junto a sus palés llenos de olivas, el empresario palestino-estadounidense Jamal Zaglul piensa en el fin de la cosecha desde su almazara de Turmus Ayya, en Cisjordania ocupada, pero también en las elecciones presidenciales estadounidenses de la próxima semana.
Al igual que otros ciudadanos con pasaporte estadounidense que viven en la localidad -donde son mayoría-, Zaglul se muestra escéptico ante la posibilidad de que las elecciones traigan cambios a la región.
"Hay muchos problemas aquí y nadie [en Estados Unidos] se ocupa de ellos", declara este hombre de unos cincuenta años, lamentando los años de la administración Clinton (1993-2001), durante los cuales se firmaron los Acuerdos de Oslo.
"Esta vez tiene que cambiar, tenemos que impulsar a los independientes. Los otros nunca nos han ayudado", continúa, refiriéndose a los pequeños candidatos que no son ni republicanos ni demócratas, pero que tienen pocas posibilidades de abrirse paso.
Como él, Basim Sabri piensa votar para "mostrar su descontento" tras "ocho años lamentables". Este empresario palestino-estadounidense afincado en Minnesota no se muerde la lengua al referirse al actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden ("un criminal de guerra"), ni a su predecesor Donald Trump ("un loco racista").
Sabri, oriundo del norte de Cisjordania prevé votar por Jill Stein, candidata ecologista que ya se presentó en 2012 (0,4% de los votos) y en 2016 (1%).
- Gaza -
Profundamente conmocionado por la guerra en Gaza, desencadenada hace más de un año por el sangriento ataque de Hamás en Israel, Sabri espera que Estados Unidos presione más para lograr la paz.
"Es el único país que veta la decisión de la mayoría del mundo de parar la guerra y condenar a Israel", afirma.
Odeh Juma expresa el mismo descontento al recordar el amplio apoyo militar estadounidense a Israel.
"Como palestinos, tenemos la impresión de que nuestras preocupaciones, como el fin de las guerras en el mundo (...), están siendo desatendidas en favor de intereses electorales", explica este californiano, que vuelve a Turmus Ayya varias veces al año y tiene intención de abstenerse.
En Estados Unidos hay unos 172.000 estadounidenses de origen palestino, según una encuesta pública realizada en 2022, pero tienen una fuerte presencia en estados que podrían inclinar las elecciones, como Michigan y Pensilvania.
-Miedo -
Adam, el hijo de Juma, opina que la gente "tiene miedo de votar, y más a Trump". Recuerda que cuando se presentó por primera vez a las elecciones, algunos esperaban que fuera "diferente", pero una vez electo, asestó muchos golpes a los palestinos.
Por ejemplo, su administración afirmó que los asentamientos en Cisjordania no eran ilegales.
Aunque sigue la campaña en redes sociales, Adam no quiere votar porque "no cambiará nada", ya que considera que Estados Unidos ya no tiene ninguna influencia en la resolución de conflictos.
"Ni siquiera los demócratas se ponen de acuerdo en política exterior", afirma.
Sanaa Shalabi, palestina estadounidense, dice que también tiene previsto no participar en las elecciones.
"Aquí, nadie se preocupa por nosotros (...). Hay una embajada estadounidense aquí, pero no hace nada", explica a AFP. "No están con nosotros. De hecho, Israel es quien controla a Estados Unidos".
W.Lejeune--JdB