Crecen las protestas contra el gobierno en Sri Lanka en medio de toque de queda
El centro de Sri Lanka estaba bajo toque de queda este miércoles al día siguiente de la muerte de un manifestante a manos de la policía, en medio de una agudización de la crisis económica y social que llevó a la comunidad internacional a un llamado a la moderación.
La isla de 22 millones de habitantes sufre una escasez generalizada de los productos de primera necesidad como alimentos, combustibles y medicamentos debido a la falta de dólares para financiar las importaciones.
El gobierno decidió acudir al Fondo Monetario Internacional para recibir un rescate, en medio de las protestas que se sacuden al país desde hace varias semanas para pedir la salida del presidente Gotabaya Rajapaksa.
Un toque de queda seguía vigente este miércoles en Rambukkana, a 95 kilómetros de la capital Colombo, donde las manifestaciones contra la penuria de gasolina y el alza general de precios derivaron en actos violentos.
Este miércoles se decretó un toque de queda y la mayoría de los comercios estuvieron cerrados.
Los habitantes de Rambukkana contaron a la AFP que la protesta fue pacífica hasta que la policía lanzó gas lacrimógeno para permitir el paso de camiones cisternas con carburante.
Entonces la multitud respondió lanzando piedras y entonces la policía comenzó a disparar, relató Cyril, propietario de un hotel cercano al lugar donde ocurrieron los disturbios.
Un hombre de 42 años, padre de dos hijos murió y casi 30 personas, entre ellas 11 policías, resultaron heridos, según las autoridades.
"Me golpearon con una porra en la pierna y en la mano", dijo a la AFP Vasantha Kumara, un cocinero de 41 años, "les rogué a los policías que no me golpearan, pero no me escucharon".
"La gente está enfadada, todos somos pobres, estamos luchando por lo mínimo", añadió.
Se prevé que las tarifas del transporte público aumenten un 35% el miércoles, un día después de que los precios de la gasolina subieran casi un 65%. El precio del pan se ha disparado casi un 30%.
El presidente dijo que estaba "profundamente afligido" por lo sucedido y prometió que se respetaría el derecho a manifestarse pacíficamente.
Las principales delegaciones diplomáticas desplegadas en Colombo, específicamente las de Estados Unidos y del Reino Unidos, expresaron su inquietud y pidieron contención a todas las partes.
Sri Lanka está sumido en su peor crisis económica desde su independencia en 1948 y el 12 de abril anunció que dejaría de pagar su deuda externa que asciende a 51.000 millones de dólares.
El gobierno inició esta semana en Washington conversaciones con el FMI para solicitar una ayuda de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares.
C.Bertrand--JdB