Vientos favorables para la energía eólica en Alemania
Los vecinos de Schnabelwaid, pueblo de Baviera, decidieron que quieren turbinas eólicas, lo que revela un renovado interés tras años de inmovilismo por esta fuente de energía, tradicionalmente denostada en la mayor de las regiones alemanas.
Baviera, extensa como Irlanda, próspera y muy consumidora de energía, tardó en desplegar el sistema eólico indispensable para la transición climática de Alemania, que busca la neutralidad carbono en 2045.
Desde enero, la región sólo instaló cinco eólicas y homologó dos proyectos de parques, lo que la coloca en el último lugar entre los 16 estados alemanes.
Pero las cosas parecen estar cambiando, ahora que el gobierno federal está incrementando la presión sobre las autoridades locales.
En Schnabelwaid, un pueblo de unos 900 habitantes, el proyecto de parque eólico previsto en el vecino bosque de Kitschenrain fue adoptado en abril con una ventaja de pocos votos en una consulta pública.
Hace 13 años, más del 80% de los habitantes habían votado contra un primer proyecto de 18 turbinas eólicas previstas en el mismo lugar.
- Ingresos suplementarios -
Un giro que se atribuye a los temores causados por la salida total de la energía nuclear, efectiva en todo Alemania desde abril, la toma de conciencia del cambio climático y la precariedad de las finanzas locales.
La comuna está "fuertemente endeudada" y el futuro parque eólico "generará ingresos", dice su alcalde Hans-Walter Hofmann.
Con 0,2 céntimos percibidos por kilovatio/hora, calcula que ingresarán unos dos millones de euros (unos 2,21 millones de dólares) en 20 años de explotación.
Günther Angerer, un habitante del lugar que va a buscar a su nieta a la guardería, apoya el proyecto de instalación de las turbinas pues "el reto es el futuro del suministro de electricidad para nuestra descendencia".
Los opositores al proyecto siguen activos y dicen que instalar eólicas sacrificando un pedazo de bosque "va completamente en contra de la política climática", según Karin Bauer, del movimiento local de preservación del sitio de Kitschenrain.
"Las capas freáticas" ricas en ese lugar "estarán en peligro si se construyen 10 aerogeneradores", dice su vecina Rosemarie Ballwieser.
Estos aspectos y otros serán estudiados durante el proceso de homologación del proyecto previsto hasta 2024.
Las primeras aspas de la decena de turbinas previstas, cada una con altura de 200 metros, "podrían girar en el otoño de 2026", según Maximilian Weiss.
El jefe del proyecto en la empresa Uhl Windkraft, que construirá y explotará el parque eólico, las muestra por ahora en una simulación en la pantalla de la computadora.
La producción podrá cubrir las necesidades de electricidad para unos 30.000 hogares, equivalente a la población de la vecina ciudad de Bayreuth.
- "Espíritu optimista" -
El gobierno del socialdemócrata Olaf Scholz, del que hacen parte los ecologistas de los Verdes, presiona a los länder para aumentar el espacio destinado a estos parques eólicos.
El objetivo gubernamental es pasar del 0,7% de superficie nacional destinada a estas instalaciones en la actualidad al 1,4% de aquí a 2027 y a al menos el 2% antes de 2032.
La presión es todavía mayor en Baviera, región dirigida por una de las figuras de la oposición conservadora CDU-CSU, Markus Söder.
Los representantes políticos locales actúan con la voluntad de no molestar a una población que es en parte hostil a estas obras consideradas dañinas para el paisaje.
En Baviera, la energía eólica está bloqueada por una regla específica que fija la distancia entre una torre y una vivienda en al menos diez veces la altura de la obra.
Aunque esta restricción será de facto levantada, la región parece aun dividida.
"Un verdadero espíritu optimista" reina en el norte, donde "casi todos los alcaldes están involucrados", dice el diputado verde en el parlamento regional Martin Stümpfig, elegido en una zona cercana a Nuremberg.
En el sur, más cerca de los Alpes y de la capital, Múnich, surgen pocos proyectos, salvo en algunos pueblos, agrega el diputado.
Una iniciativa de profesionales del sector llamado "Bayern Wind" quiere ayudar al gobierno regional para que se comprometa más con lo eólico.
Todo ello se entremezcla con la campaña ya lanzada en vistas a las elecciones regionales de octubre al Parlamento de Baviera.
"El balance del gobierno saliente en materia eólica es tan malo que la CSU solo quiere abordar temas nacionales, para desviar la atención", dice Stümpfig.
P.Renard--JdB