Alemania frustra las expectativas de eliminar los motores de combustión interna en la UE
Alemania bloqueó el avance de un texto que prevé eliminar a partir de 2035 los vehículos con motor de combustión interna en la Unión Europea (UE), considerado clave en la lucha contra el cambio climático.
Se daba por descontado que la votación de los 27 Estados miembros de la UE, prevista para el martes, sería apenas un trámite.
Pero la votación resultó pospuesta indefinidamente, ya que la abstención anunciada desde Berlín impidió alcanzar la mayoría necesaria.
Otros tres países del bloque -Bulgaria, Italia y Polonia- se habían pronunciado en contra de ese texto emblemático, pero la postura de Alemania sorprendió, porque se había manifestado inicialmente de acuerdo con la propuesta.
El documento había sido objeto de largas y laboriosas negociaciones entre los países del bloque y el Parlamento Europeo, e incluso fue aprobado formalmente a mediados de febrero por los eurodiputados, por lo cual tanto ya no se puede modificar.
Alemania, sin embargo, ha exigido que la Comisión Europea (brazo ejecutivo de la UE) presente una propuesta que abra el camino a mantener vehículos que funcionan con combustibles sintéticos, incluso después de 2035.
Esa tecnología, aún en desarrollo, consistiría en producir combustible a partir del CO2 producido por actividades industriales utilizando electricidad baja en carbono.
Preocupada por salvar un documento clave para las metas de neutralidad de carbono en la UE para 2050 (el denominado Pacto Verde), la Comisión se dijo a "trabajar en forma constructiva" con Alemania.
- Un "chantaje" -
Para el eurodiputado Pascal Canfin (del grupo liberal Renew), ponente del proyecto ante el Parlamento Europeo, se trata de un "chantaje" que, de ser imitado por otros países, pondría en riesgo el conjunto del Pacto Verde.
En su visión, es una "posición incomprensible" que amenaza "el espíritu" de la unión de todos los europeos.
En opinión de Eric Maurice, del grupo de reflexión política Fundación Robert Schuman, la posición de Alemania representa "un cuestionamiento a los procesos de toma de decisión en la UE como pocas veces hemos visto".
Por ello, lamentó las tensiones entre socialdemócratas, verdes y liberales en la coalición del jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz. La nueva posición del gobierno alemán es promovida por el segmento liberal de esa coalición.
Scholz, según sus críticos, prefirió ceder a esas presioenes y respaldar el pedido de exención a los combustibles sintéticos.
Estos combustibles son cuestionados por oenegés ambientalistas que los consideran caros, grandes consumidores de electricidad para su producción y contaminantes, porque no eliminan las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).
La industria, por su parte, se ha anticipado en gran medida a las normativas europeas e invirtió masivamente en vehículos eléctricos.
Aun en el caso en que muestren su utilidad, los combustibles sintéticos "no jugarán un papel significativo a medio plazo en el segmento de los coches de turismo", dijo Markus Duesmann, director general de Audi (grupo Volkswagen), en una entrevista al semanario Spiegel.
W.Wouters--JdB