Trabajar con caballos da a presos irlandeses la esperanza de una nueva vida
Alimentar, asear y cuidar a los caballos como medio de reinserción social es lo que propone la prisión de Castlerea, en el centro de Irlanda, que acaba de abrir un centro ecuestre para reclusos inédito en Europa.
Al pie de los altos muros grises de esta cárcel de mediana seguridad en el condado irlandés de Roscommon, los establos y los caballos permiten a los reclusos aprender habilidades prácticas, así como desarrollar su compasión por los animales.
Tras asistir a un curso bautizado "Horses of Hope" (Caballos de la esperanza) por los propios reclusos, estos reciben un diploma reconocido en Irlanda en materia de cuidados equinos.
"Es una oportunidad que puede cambiar tu vida", dice a la AFP un preso, cuya identidad no se revela a petición de las autoridades penitenciarias irlandesas.
Este hombre de 20 años, condenado a varios años de cárcel por un delito violento, asegura querer "abrazar esta oportunidad".
"Al final, si todo sale bien, puede haber un trabajo posible en una granja", agrega tras completar sus primeras tres semanas de clases.
"Es relajante. No puedes simplemente entrar en un establo con un caballo que no te conoce y esperar que todo vaya bien. Hay que ganarse su confianza", explica.
- Empleos -
El programa, realizado en colaboración entre los servicios penitenciarios y el sector ecuestre irlandés, tiene una duración de 12 semanas, durante las cuales los estudiantes presos aprenden a asear a los caballos, a gestionar un establo y los cuidados básicos de los animales.
Tras haber realizado experimentos similares en Estados Unidos y Australia, los estudios han demostrado que los presos que aprenden a cuidar de los caballos en este programa pueden encontrar trabajo en el mundo ecuestre una vez que salen de prisión, según el gobierno irlandés.
El lanzamiento del programa no habría sido posible sin Jonathan Irwin, que ha trabajado en las carreras hípicas durante décadas. Decidió crear este tipo de formación para los presos irlandeses tras visitar un programa similar en Estados Unidos hace 30 años.
Explica que el programa tardó 26 años en establecerse en Irlanda. "Empecé a escribir a todos los ministros de justicia, pero la mayoría no me respondió porque pensaban que estaba loco", recuerda.
- Retomar el control -
Para poner en marcha esta formación, la comunidad ecuestre irlandesa recaudó más de 100.000 euros (109.000 dólares) con los que financiar "Horses of Hope" e Irwin espera ahora que la iniciativa crezca, incluyendo una ampliación del establo para albergar hasta 10 caballos.
Pero de momento el programa ya está dando sus primeros frutos: "Hay una gran afinidad entre el caballo y el preso, y este está mucho más relajado", afirma Irwin.
"Eso ya marca la diferencia", asegura. "Hay una sensación de excitación, de que algo está pasando y de que todo es diferente", se congratula.
En la inauguración del programa el miércoles, la ministra de Justicia irlandesa, Helen McEntee, consideró que una iniciativa de este tipo demuestra que "Irlanda tiene que ser líder en este ámbito", sobre todo teniendo en cuenta el protagonismo del país en el mundo de la hípica.
"Es importante que haya oportunidades de reinserción, para que las personas puedan admitir que han cometido errores y tengan la oportunidad de retomar el control de sus vidas", añadió.
W.Lievens--JdB