La justicia suspende la caza de tiburones en un archipiélago francés en el Pacífico
Un tribunal del territorio francés de Nueva Caledonia suspendió la caza de tiburones en las reservas marinas de este archipiélago del Pacífico Sur, autorizada tras varios ataques, al estimar que falta información sobre su número y el impacto ambiental.
Las autoridades de la provincia Sur del archipiélago habían autorizado la caza de los escuálidos en tres reservas costeras tras una serie de ataques a humanos en los que murieron siete personas en los últimos cinco años.
Un turista de Australia, país situado a unos 1.200 kilómetros del Nueva Caledonia, murió en febrero en el ataque de un tiburón, tres semanas después de que otra bañista resultara herida de gravedad en la misma zona.
Pero el grupo ecologista Juntos por el Planeta (EPLP, por sus siglas en francés), llevó la autorización ante los tribunales, al considerar que la campaña de caza de tiburones era "irresponsable desde el punto de vista ambiental".
El jueves, un tribunal administrativo de Nueva Caledonia suspendió así la medida, al subrayar "la ausencia de estudios científicos precisos sobre la importancia de las poblaciones de tiburones tigre y sarda, así como el impacto ambiental de eliminarlos".
"Es una victoria importante, ya que sabemos que hoy en día un 60% de los tiburones son capturados en estas reservas naturales", celebró la presidenta de EPLP, Martine Cornaille, quien quiere recurrir también su caza fuera de estas zonas.
Muchos grupos ecologistas se oponen a esta caza selectiva, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que alerta de posibles "problemas ecológicos adicionales" y de que se da al público "una falsa sensación de seguridad".
El pueblo indígena kanak de Nueva Caledonia también se opone a las campañas contra los tiburones porque la especie tiene un estatus sagrado en su cultura, que considera a los tiburones parte integrante del ecosistema.
W.Lievens--JdB