Pequeño bosque de Ecuador compite en diversidad con grandes reservas de la biosfera
Un bosque ubicado entre los Andes y la Amazonía de Ecuador alberga 285 especies de anfibios y reptiles, equivalente a la riqueza natural de reservas de la biosfera como el peruano Parque Nacional del Manu que es 18 veces más grande, reveló un informe científico este viernes.
"Tenemos esta biodiversidad tan sobresaliente y que está en un pedacito pequeño que es el corredor Llanganates-Sangay", dijo a la AFP el investigador ecuatoriano Mario Yánez, del estatal Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio).
En ese corredor ecológico, de 92.145 hectáreas y ubicado en la región centro-oriental del país, se han descrito para la ciencia 180 anfibios y 105 reptiles.
Esa cantidad de especies de anfibios es casi la cuarta parte de las registradas en todo Ecuador, con unas 650 variedades.
La reserva del Manu, de 1,7 millones de hectáreas, alberga a 155 especies de anfibios y 132 de reptiles.
Al ser el corredor Llanganates-Sangay una zona que no se ha explorado en su totalidad, las cifras podrían aumentar.
"Seguimos saliendo al campo y aparecen especies nuevas y los números van cambiando cada año", comentó esperanzado a la AFP Juan Pablo Reyes, científico de la fundación Ecominga.
Considerado un lugar de alto endemismo, el corredor atraviesa la andina provincia de Tungurahua y a las amazónicas de Pastaza y Morona Santiago, conectando a los parques nacionales Llanganates y Sangay.
- Endémicas y en peligro -
Como una guía para "empoderar" a la población sobre la riqueza del área, el reporte -que incluye información de casi 20 años de trabajo y documentación histórica- fue dado a conocer este viernes en la localidad de Baños, 130 km al sur de Quito y una de las puertas hacia la selva amazónica.
El informe fue elaborado por Alex Bentley junto con Reyes, Yánez, Julio Carrión-Olmedo, Zane Libke y Jaime Culebras.
El corredor es una suerte de "archipiélago de montañas", lo que "ha formado microhábitats ideales que favorecen la especiación de varios grupos endémicos", señaló Yánez.
Reyes explicó a su vez que las elevaciones operan como barreras geológicas, lo que sumado a los diferentes climas de la zona da como resultado la gran diversidad.
En el corredor hay 36 especies endémicas de anfibios y tres de reptiles. Del total de 285, 67 están en alguna categoría de peligro de la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El Parque Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana y de un millón de hectáreas, tiene una "baja incidencia de endemismo, mientras que esta zona tan pequeña alberga con esta alta variabilidad de ecosistemas una explosión de especies únicas", agregó Yánez.
En el Yasuní, que al igual que el Manu fue declarado reserva de la biosfera por la Unesco, se han inscrito 271 especies de anfibios y reptiles, menos que las halladas en Llanganates-Sangay.
Pero el cambio climático que provoca variaciones en los patrones de humedad y en la lluvia son la amenaza latente para esta joya natural.
Esas modificaciones ponen en riesgo a anfibios y reptiles porque causan "alteraciones en los ciclos reproductivos" y en la cadena alimenticia, precisó Reyes.
Y.Callens--JdB