

La hija del primer ministro francés dice que sufrió maltratos de la congregación católica acusada de abusos sexuales
La hija del primer ministro francés, François Bayrou, afirmó este martes que, cuando era adolescente, fue víctima de violencia física por parte de los miembros de una congregación religiosa a la que pertenece una escuela católica salpicada por un escándalo de agresiones sexuales.
Bayrou, estrecho aliado del presidente de centroderecha Emmanuel Macron, comparecerá el 14 de mayo ante una comisión parlamentaria que investiga presuntas agresiones sexuales en la escuela del Sagrado Corazón de Jesús de Bétharram, en el suroeste de Francia.
El primer ministro comparacerá como exministro de Educación (1993-1997) después de que la izquierda lo acusara de haber mentido sobre lo que sabía de las agresiones sexuales en el establecimiento.
Bayrou también fue acusado por un exgendarme de "intervenir" respecto a un sacerdote acusado de violación en 1998 y que se suicidó en Roma dos años después.
Unos 200 antiguos alumnos de Bétharram han denunciado haber sufrido agresiones físicas y sexuales en el pasado, cuando eran estudiantes del centro.
El jefe de gobierno, un potentado del suroeste de Francia, niega haber tenido conocimiento de estos casos en el momento de los hechos. Varios de sus hijos acudieron a esta escuela y su esposa impartió ahí clases de catequismo durante un tiempo.
La hija de Bayrou, Hélène Perlant, reveló al semanario Paris Match que también fue víctima de agresiones, cuando tenía 14 años.
En la entrevista, cuenta sin embargo que no le comentó nada a su padre en ese momento.
"Obviamente, podemos pensar que él tenía toda la información. Pero él, como los otros padres, estaba muy, muy implicado políticamente, a nivel local. Él lo estaba más. Pero lo pongo al mismo nivel que los demás padres. Cuanto más involucrado estás, menos ves, menos entiendes. Y cuantos más testigos hay, menos se dice", dijo.
Los hechos denunciados por Perlant, que ahora tiene 53 años, ocurrieron durante un campamento de verano.
"En el campamento éramos unos cuarenta, incluidos los monitores", contó a la revista francesa.
"Una noche, mientras deshacíamos los sacos de dormir, [el padre] Lartiguet me agarró de repente por el pelo y me arrastró varios metros en el suelo, dándome puñetazos y patadas por todo el cuerpo, sobre todo en el estómago. Pesaba unos 120 kilos", relató.
X.Maes--JdB