Referéndum en el cantón suizo de Basilea sobre la financiación de Eurovisión 2025
Los habitantes del cantón suizo de Basilea decidirán el domingo en referéndum si aceptan financiar el popular certamen musical Eurovisión 2025, visto por sus detractores como un "despilfarro" de dinero público para actuaciones "blasfemas".
Si la población se pronuncia en contra de la contribución de 34,96 millones de francos suizos (39,5 millones de dólares) aprobada por las autoridades para organizar el concurso, este "tendría que reducirse considerablemente", declaró a AFP Edi Estermann, responsable de comunicación de Eurovisión 2025.
"El evento de diez días se reduciría entonces a un gran espectáculo televisivo el sábado por la noche", sin eventos públicos fuera del escenario principal, "lo cual generaría en consecuencia mucho menos valor para la ciudad y para Suiza en su conjunto", apuntó.
La victoria este año del artista no binario Nemo en Malmö, en Suecia, dio a Suiza el derecho a acoger la edición de 2025 el próximo mes de mayo.
Será la tercera vez que el país alpino acoja Eurovisión, un acontecimiento de alcance mundial. Basilea, en la frontera con Francia y Alemania, fue elegida para albergar la 69ª edición del concurso.
Pero la Unión Democrática Federal (UDF), un pequeño partido que asegura que defiende "valores cristianos intemporales", reunió las firmas necesarias para lanzar un referéndum contra la financiación de Eurovisión, esgrimiendo argumentos económicos, de seguridad y morales.
"Consideramos que se trata de un gasto público totalmente excesivo", explicó a AFP Philippe Karoubi, miembro del comité directivo de la UDF en Suiza.
"El hecho de que sea el Estado quien lo organice nos lleva a reaccionar", subrayó, afirmando que "aunque haya beneficios financieros en Suiza, estos serán privados".
- "Actuaciones blasfemas" -
Eurovisión se financia mediante contribuciones de organizaciones de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que considera que, dados los efectos económicos derivados, la ciudad donde se lleva a cabo debe contribuir en el evento, especialmente en los gastos de seguridad.
La ciudad suiza espera unos beneficios inmediatos de unos 60 millones de francos suizos (68 millones de dólares), basándose en la experiencia de Liverpool, ciudad anfitriona en 2023, especialmente en los sectores del turismo y el alojamiento.
Sin embargo, la UDF, calificada de ultraconservadora por la prensa suiza, se niega a asignar fondos públicos a un concurso que considera que se convirtió en un "vehículo para provocaciones o ideologías claramente contrarias a los valores judeocristianos de Occidente y de Suiza en particular", insistió Karoubi.
"Hubo actuaciones blasfemas contra el pensamiento cristiano o incluso ocultistas", aseguró. El concurso también "se convirtió en una plataforma internacional totalmente instrumentalizada para promover ideologías como la woke o la transexual", añadió.
Otro argumento del partido es que conflictos como la invasión rusa de Ucrania y la guerra de Gaza inundan cada vez más Eurovisión.
El partido, que declara en su página web estar "incondicionalmente al lado del Estado de Israel, considerándolo como el cumplimiento de las profecías bíblicas", condenó las "manifestaciones antiisraelíes y antisemitas" contra la artista israelí Eden Golan en el festival de Malmö.
Por el momento, los organizadores no mencionaron ningún plan B.
"Un traslado a corto plazo a otra ciudad sería posible", explicó Estermann, "pero habría que pensarlo detenidamente, puesto que los preparativos ya están muy avanzados en Basilea" para la gran final de Eurovisión que se celebrará el 17 de mayo.
E.Heinen--JdB