Journal De Bruxelles - Cristianos de Cisjordania, entre el miedo y la piedad en vísperas de Pascua

Cristianos de Cisjordania, entre el miedo y la piedad en vísperas de Pascua
Cristianos de Cisjordania, entre el miedo y la piedad en vísperas de Pascua / Foto: John WESSELS - AFP

Cristianos de Cisjordania, entre el miedo y la piedad en vísperas de Pascua

Algunos reúnen a los scouts para la procesión, otros preparan tortas rellenas de dátiles y el coro ensaya... Faltan solo días para Pascua y la mayoría de los 5.000 habitantes —en su mayoría cristianos— se moviliza en Zababde, en el norte de Cisjordania ocupada.

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Sin embargo el tema de todas las conversaciones no es la resurrección de Cristo, que están a punto de celebrar, ni lo que podrán comer después de 40 días de ayuno, sino la guerra, que parece acercarse a este pequeño enclave de casas, enclavado entre colinas.

"El otro día el ejército entró en Yenín", la ciudad más cercana al pueblo, cuenta Janet Ghanam, una vecina de 57 años. "Las familias corrían a buscar a sus hijos a la escuela. Hay un miedo constante. Te acuestas con él, te levantas con él", detalla.

Antes de ir a una de las últimas meditaciones de Cuaresma, esta feligresa de la iglesia anglicana relata cómo la guerra en Gaza la conmueve profundamente, además de las operaciones del ejército israelí en la región y el deterioro de la economía en Cisjordania.

Ocupado por Israel desde 1967, este territorio se encuentra ahora bajo la amenaza de una anexión.

Su hijo, que vive en Belén, a unos cien kilómetros al sur, le dijo que no podrá visitarla para la fiesta pues teme quedar bloqueado en el camino, donde el ejército israelí instaló nuevos controles en los últimos meses.

Los palestinos llevan más de un año y medio viviendo al ritmo de la guerra entre Hamás e Israel, desencadenada por el ataque sin precedentes del movimiento islamista el 7 de octubre de 2023.

En la Franja de Gaza más de 50.000 personas murieron, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás. Y en este pueblo digno de una postal, los aviones de combate israelíes suelen opacar con su ruido la melodía de las campanas.

"Mucha gente se pregunta si todavía estarán en sus casas dentro de cinco años", cuenta el diácono episcopaliano Saleem Kasabreh, añadiendo que el seguimiento constante de las noticias sobre Gaza sumerge a los habitantes en la "depresión".

- El espectro del exilio -

En el norte de Cisjordania el ejército israelí lleva a cabo una ofensiva de gran envergadura desde el 21 de enero, especialmente en Yenín, a solo 20 minutos en coche del pueblo.

Considerado un bastión de los movimientos armados, el campo de refugiados de la ciudad fue ampliamente destruido en pocas semanas y decenas de familias buscaron refugio en el pueblo.

Paralelamente, según la alcaldía, cerca de 450 personas perdieron su empleo en Israel tras el ataque del 7 de octubre, cuando las autoridades israelíes suspendieron los permisos de trabajo para los palestinos.

"Israel nunca nos había encerrado completamente en Cisjordania antes de esta guerra", señala Ibrahim Daud, agricultor de 73 años. "Nadie sabe lo que va a pasar". añade.

Varios confiesan estar atormentados por el espectro de un exilio masivo. Durante mucho tiempo fue un tema tabú entre los cristianos palestinos, pero ahora las salidas al extranjero alimentan el temor de ver una "Tierra Santa" vaciada de sus discípulos originales.

"La gente no puede quedarse sin trabajo, y la vida no es fácil", comenta Tareq Ibrahim, profesor de matemáticas de 60 años, que "comprende" a quienes buscan un futuro mejor en Europa o Estados Unidos.

Lamentando el desinterés de la comunidad internacional por los palestinos en general y por esta emigración en particular, termina por estallar en llanto.

A largo plazo "puede que ya no queden cristianos en el país de Jesús", afirma, en referencia a los lugares clave de la vida de Cristo en los territorios palestinos e Israel.

Aunque quizá no cuenten con la combatividad del padre Elias Tabban, al frente de la parroquia latina, la más grande del pueblo. "Aquí, cuando la gente se va, vuelve, no vende su tierra", asegura.

Este sacerdote políglota y dinámico multiplica los proyectos, especialmente para generar empleo y ofrecer formación en el pueblo.

Según él la espiritualidad de sus fieles nunca fue tan intensa. Incluso le harían falta más bancos en su iglesia.

B.A.Bauwens--JdB